domingo, 26 de febrero de 2012

Sobre el cierre del periódico zapateril "Público"

RESPONSO POR "PÚBLICO"
Ha cerrado el periódico "Público", en papel, lo cual es una mala noticia para la inteligencia. Incluso la prensa del lugar común "progre" y de las homilías laicas, como era "Público" formato físico, era harto preferible a lo que viene a sustituirla: el páramo de internet, donde no hay jerarquía y cualquier opinión vale lo mismo, la del "troll" que la de la portera que la de Gilbert Keith Chesterton (el reino perfecto para aquella frase de Clint Eastwood en "El principiante": "las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno"). Necesitamos jerarquías, orden, y el papel ya es por sí mismo una jerarquía. No conozco columnista en la red, por visitados que sean sus textos inmateriales, que no sueñe porque un día lo fichen para un papel, dejando la red para su auténtico ecosistema, las fauces de la chiquillería. ¿Por qué será? Porque el papel lo aguanta todo y el "bit", nada. Porque el papel tiene un ascendiente sobre la bestia social, un prestigio reverencial, aunque ésta lo ignore y ya no lo ojee ni en los bares. El papel tiene un látigo para mantener a raya a la barbarie igualitaria del "periodismo ciudadano" de tuits y demás cagaditas de pájaro, ése que está acabando con todo periodismo. Siempre ha sido una mala noticia que cierre un diario de papel, pero con la actual agresividad de la ignorancia masificada es una tragedia. ¿Cuándo se volverán a abrir periódicos de nuevo? Me refiero a periódicos de verdad, no a esos pisitos alquilados por tres meses con derecho a dejar el "pufo" donde hay dos becarios regurgitando noticias de agencia (ahora que hasta las agencias no dan noticias sino rumores, como Reuters). Sería una buena cuestión para planteársela al cuervo del poema de Poe, que, como sólo sabía una frase, siempre respondía lo mismo: "nunca más". "Público" venía a representar todo lo contrario de todo aquello en lo que creo, por supuesto en el contenido, pero sobre todo en la forma. La prosa de "Público" era una mera pancarta pintada con "spray" y estirada hasta lo inverosímil, fabricada exclusivamente para defender el viento de Zapatero. Estuvo a punto de ser el primer diario escrito únicamente a base de pareados de "manifa" del planeta, siguiendo el ejemplo de aquella Biblia en verso del místico Corulla, "los liberados sindicales tienen derecho a pesebre/ donde menos se espera salta la liebre". "El periódico para víctimas de la Logse", lo llamaron sus enemigos. Realmente, lo que más molla noticiosa tenía en ese periódico eran los signos de puntuación, seguido del lamparón de sobrasada del desayuno. Pero su supervivencia en papel era necesaria, para demostrarle a las masas, tan crecidas, que todavía un ridículo pedacito de pulpa reciclada tiene superioridad sobre todos los foros de internet.

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